La diástasis abdominal actúa alterando la integridad estructural del tronco y el equilibrio de las presiones de la cavidad abdominal
La pared abdominal es una región anatómica muy compleja y de gran importancia funcional y estructural en el cuerpo humano. ¿Cómo actúa la presencia de la diástasis en nuestro abdomen?. De una manera esquemática se puede pensar en la abdomen como un cubo. Las seis caras de este cubo serían:
Anterior: músculos rectos y línea alba(imagen 1)
Laterales derecha e izquierda: músculos oblicuos externo e interno y el músculo transverso del abdomen(imagen 2).
Imagen 2: Anatomía de la pared abdominal lateral e inferior y su analogía con el “cubo abdominal”.
Posterior: musculatura paravertebral lumbar, músculo cuadrado lumbar y el músculo psoas (imagen 3).
Imagen 3: Anatomía de la pared abdominal posterior y su analogía con el “cubo abdominal”.
Superior: el diafragma
Inferior: musculatura del suelo pélvico(imagen 2).
En conjunto este “cubo” o “caja” funciona como una estructura de soporte y conexión entre la parte superior del cuerpo y la inferior. Conecta y mantiene unidos la pelvis y los miembros inferiores al tórax. Además, es responsable del movimiento coordinado del tronco (flexión-extensión, rotación y lateralización). Y por último, actúa como un “fuelle” que ejerce, mantiene y coordina las presiones ejercidas durante los esfuerzos para orinar, defecar, toser y estornudar entre otros. Es lógico comprender que si una de las seis caras se debilita así lo hará también el conjunto del cubo. Así, perderá tanto fuerza en la estructura como en la presión que puede ejercer durante la contracción (imagen 4).
Imagen 4: Comportamiento de la pared abdominal ante el aumento de presión en situación normal y con diástasis abdominal.
La diástasis abdominal es una alteración de la zona anterior del abdomen. Aparece tras una gran distensión por aumento de volumen abdominal y el posterior retorno a una situación de menor volumen. Esta condición se observa en varias situaciones clínicas pero,la más frecuentes es después de uno o varios embarazos. Como resultado, los tejidos de soporte de la musculatura abdominal, las fascias y la línea alba, se distienden. Entonces ganan longitud y perdiendo espesor y fuerza en su tensión (como una goma elástica dada de sí). De tal manera que la distancia entre ambos músculos rectos del abdomen se ve aumentada creando un abultamiento central en el abdomen, visible con la contracción abdominal. Esta separación debilita el complejo musculo-aponeurótico abdominal y del suelo pélvico y también, puede conducir a la aparición de orificios por su ruptura que se denominan hernias
La diástasis abdominal actúa como el eslabón débil…
Independientemente de la existencia de hernias, la diástasis se comporta como el “eslabón débil” de la cadena que supone la pared abdominal. Por ello no es extraño encontrar que los pacientes con diástasis abdominal relatan síntomas derivados de la pérdida de fuerza estructural, como dolor lumbar y perdida de fuerza en las actividades diarias (cargas de peso y trabajo duro), así como, de la pérdida de la fuerza de contracción y presión abdominal como la incontinencia urinaria, el estreñimiento y el dolor abdominal.
En resumen, la diástasis abdominal actúa debilitando la compleja estructura de la pared abdominal, alterando la estabilidad del tronco y la capacidad de transmitir presiones a los órganos intrabdominales. El tratamiento completo, incluyendo la cirugía, puede restablecer la anatomía original de la pared abdominal y revertir los problemas asociados a la diástasis abdominal
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